Allí está en ebullición El Niño, que actualmente está provocando una ola de calor en Colombia. Los niveles de agua en ríos y embalses están en mínimos históricos y hay zonas cercanas a la sequía y el consiguiente fracaso en la producción de alimentos. Al mismo tiempo, en las tierras altas, incluida la capital, Bogotá, se registra un número récord de incendios forestales. Esto es catastrófico porque si los bosques sudan, al menos en la sierra central de Colombia, entonces ya no atraen suficiente lluvia, y la consecuencia es que los dos grandes ríos se secan junto con dos ríos que suministran más del 30% del agua. a la cuenca del Amazonas.
Las tierras altas de Colombia y Ecuador son cruciales para la supervivencia del Amazonas, y si el clima no se enfría, el riesgo de que el Amazonas se seque es inminente -y sí, estamos bastante «jodidos»- para decirlo en buen francés.
